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Jumpy Imperio del Fénix Jumpy
Alecto
Imperio
Líder
Emperador Alexius
Religión
Iglesia Universal del Sol Celestial
Área de Influencia
Espacio Humano
Mundo Trono
Byzantium Secundus
Posesiones
Byzantium Secundus, Estigma, Ningunlugar, Tethys,
Figuras Prominentes
Alexius Hawkwood, Salandra Decados, Hyram Decados, el Patriarca
Ramas
Caballeros de la Búsqueda, Flota Imperial, Guarnición de Estigma, Ojo Imperial, Casas Mayores, casas Menores, Liga de Comercio, Iglesia Universal del Sol Celestial
Organización
Imperio Galáctico
Idioma
Terrano

El Imperio del Fénix es un vasto territorio que abarca la mayor parte de los Mundos Conocidos, gobernado por el Emperador Alexius desde Byzantium Secundus. Se trata de los remanentes de la Segunda República que conservaron conocimientos de sí mismos, unificados primero por Vladimir Alecto, y antes por la presencia y el poder de la Iglesia Universal del Sol Celestial, con sede en Terra Santa.

Antecedentes

La Primera República

Durante esta época, la Humanidad descubre los Portales de Salto e inicia una expansión aparentemente ilimitada a través del espacio. Durante este período, muchos mundos se exploran y colonizan, y nacen las Casas Nobles como un poder importante, algo que sería crucial más adelante. El control de la corrupta Primera República es ineficiente para controlar a la recientemente expandida Humanidad, y se desencadena una guerra entre la Tierra y los nuevos poderes. Durante este período se desencadena la Diáspora.

La Diáspora

Durante este período, se dan dos grandes hechos: el primero es la aún mayor dispersión de la humanidad por las estrellas y los contactos con las razas alienígenas más poderosas (los Ukar, Obun y Vau), que ponen en evidencia que la humanidad ha de unificarse si quiere tener la oportnidad de ser independiente; y el segundo hecho es la aparición de la Iglesia Universal del Sol Celestial gracias a las prédicas de Zebulon y la agencia del primer Patriarca, Palamedes Alecto. Esto sentaría las bases, por un lado, para la religión oficial de los Mundos Conocidos, y por otro para la unificación en otro planeta, distinto a Terra Santa: el lugar ideal se revelaría como Nueva Istambul.

La Segunda República

De todo lo anterior nace, brillante en la noche, la Segunda República. La unidad se logra a partir de un sistema de bienestar democrático, donde los antiguos poderes fácticos (la Iglesia y los Nobles) son relegados a un lugar menor. La tecnología humana llega a su máximo apogeo gracias al mayor entendimiento de las tecnologías Vau y Annunaki, pero también al desarrollo propio de la humanidad. Sin embargo, esta utopía tenía los pies de barro, ya que tenía muchos detractores, y tras una serie de golpes terroristas instigados por la nobleza y el clero, la república cae en un caos.

La nueva Edad Oscura y el Imperio

Los logros de esta unión se pierden mientras la humanidad cae en el barbarismo y la oscuridad, y apenas la Iglesia, los Nobles y algunas fuerzas remanentes de la República, como la Liga, mantienen una suerte de unidad dentro de los Mundos Conocidos. Aún así, muchísimos mundos se pierden para siempre en la noche de los tiempos. En este contexto, surge la figura de Vladimir Alecto, que intenta reorganizar los Mundos Conocidos bajo un único mando, y funda un Imperio que abarcaría la totalidad de los Mundos Conocidos. Pero, en la noche de su coronación por sus propias manos en 4550, muere en una ardiente agonía.

El Caos Desatado

La muerte de Vladimir no alcanzó nunca a ser resuelta satisfactoriamente. Algunos apuntan a un asesino privado, motivado pr la iglesia por el desaire del Emperador. Otros apuntan a un rival noble, yotros acusan antinomia. Unos pocos piensan que fueron los mismísimos demonios quienes lo mataron. De cualquier forma, el efecto fue el mismo. Inmediatamente después de la muerte de Vladimir, su imperio se desplomó rápidamente. Las casas nobles se retiraron a sus búnkeres, y muchas de ellas cayeron irremediablemente, como los Alecto, los Windsor y los Gesar, principales partidarios de Vladimir. Otros de sus mejores partidarios, los Van Gelder y los Justinian, perdieron la mayor parte de sus dominios pero conservaron miembros suficientes como para seguir como Casas Menores. En medio de este caos, las Diez se volverían Cinco: Decados, Hazat, Hawkwood (que también estuvo en la brecha del desastre), Li Halan y Al-Malik. Cada una de estas casas obtendría cinco Cetros para la sucesión, y jugarían un papel mayor en las Guerras del Emperador.

Tecnología

Durante las Guerras del Emperador, la tecnología se empezó a ver de un modo más práctico, y en buena parte de la guerra se volvió más convencional. Esto, de ninguna manera, suprimió el poder de la Iglesia, pero ésta comenzó a emitir bulas que permitían a las clases superiores una mayor autonomía tecnológica. La Iglesia misma buscó incrementar su poder en este aspecto, y mucho de la Segunda República volvió a utilizarse.

Fuentes

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