Las guerras simbionte es el nombre de una serie de conflictos militares entre el Imperio del Fénix y los Simbiontes acaecidos durante a través de la historia.
Guerras Simbionte Durante la Segunda Republica []
Durante la Segunda República no todos los ciudadanos celebraron el masivo programa de terraformación debido a la destrucción de la flora y fauna de los mundos terraformados. La Segunda República entonces sufrió las acciones de eco-activistas y terroristas.
Frente Chernobog[]
Una de esas cábalas terroristas, que apenas lograba sobrevivir en las selvas de Chernobog, hostigaba constantemente a los ingenieros de terraformación de la Segunda República. Tras un sabotaje exitoso de la maquinaria, retrocedieron introduciéndose en la inexplorada selva, para evitar ser capturados por las autoridades. Allí, sin proponérselo interrumpieron la hibernación de los Xólotl, una raza alienígena desconocida, los cuales comenzaron a infestar a los humanos en un intento por reproducirse. Dos de los terroristas infectados poseian poderes psíquicos y el resultado fue impredecible: se creo una nueva raza de seres los Simbiontes.
Transformados en cuerpo y mente, imbuidos de un odio instintivo a los humanos, los dos Simbiontes se reprodujeron rápidamente, creando una progenie a partir de sus compañeros muertos y de las plantas y animales nativos de Chernobog. Tras reunir fuerzas y practicar con sus recién adquiridos poderes, asaltaron la capital humana furiosamente. Incapaz de resistir, o comprender, el armamento de los Simbiontes, las fuerzas de la Segunda República se retiraron de Chernobog, sellando el portal de salto de manera que nadie pudiera entrar o salir del mundo contaminado. El gobierno ocultó las noticias del incidente a la opinión pública. Lo último que deseaban era que una amenaza alienígena causara más caos. Hicieron tan buen trabajo ocultando la información que el propio planeta Chernobog y los simbiontes fueron completamente olvidados.
Guerras Simbiontes Durante la Regencia[]
En el año 4900 los Simbiontes regresaron, su tecnología orgánica era apabullante, pues contaban con naves espaciales, armaduras de batalla y armas de fuego con vida propia. El mero hecho de pensar en ellos asqueaba a los defensores humanos mientras iban cayendo en los diferentes frentes.
Frente de Absolución[]
El primer enfrentamiento fue una única nave simbionte que atravesó el portal de salto a Absolución aterrizando en una ciudad fronteriza, su tripulación comenzó a matar sus habitantes sin previo aviso.
Los Simbiontes no capturaron el planeta, pero dejaron la industria de extracción de recursos en ruinas y la población humana totalmente diezmada. El ataque fue una advertencia, con el tiempo, llegarían otras.
Frente de Daishan[]
Los mundos fronterizos del Espacio Humano de Daishan y Estigma, se prepararon para un ataque. Sin embargo, las fuerzas Simbiontes no llegaron en naves. Usaron un medio que nadie se esperaba, atacando por el lugar más inesperado: la propia flora y fauna de los planetas se volvió en contra de los colonos.
Los humanos recurrieron al bombardeo incendiario y la eco-destrucción para eliminar cualquier tipo de oposición. Sin embargo, esto no acabó con los Simbiontes. Sus semillas permanecían a una buena profundidad en las estructuras orgánicas de los planetas que habían elegido previamente. La reforestación natural de los bosques tuvo lugar de una forma extrañamente acelerada, y esta vez con una fuerza mayor y una resistencia al fuego mejorada.
Los habitantes de Daishan, incluyendo a sus gobernantes, la Casa Masseri, se vieron forzados a evacuar el planeta, entregándolo a los Simbiontes.
Estaba claro que los Simbiontes eran maestros de la guerra de guerrillas contra una fuerza tecnológicamente superior. Si bien no podían conquistar todo un planeta al instante, se aseguraban de infligir numerosas pérdidas a las defensas humanas, que forzaran, en última instancia, su retirada.
Frente de Estigma[]
El regente se movió a toda velocidad para defender Estigma, el sistema que los Simbiontes tenían que atravesar para alcanzar el resto de los Mundos Conocidos, la Flota Imperial fue enviada y las batallas comenzaron. Las cosas no fueron bien para las fuerzas del imperio. Frente a un armamento superior, los Simbiontes mostraron una gran tenacidad y aunque no consiguieron muchos avances, tampoco se les pudo obligar a retroceder.
La Regencia estableció una nueva fuerza militar para cordinar la situación a largo plazo la Guarnición de Estigma, la cual fue encargada de un enorme contingente de fuerzas militares Imperiales.
Teúrgia y Psíquicos llegan al Conflicto []
Sorprendentemente y sin una razón aparente, las tornas cambiaron en una zona concreta, y las fuerzas Simbiontes retrocedieron. Tras una investigación se descubrió que había dos responsables: el Fray Berthold, un teúrgo de la Orden Eskatónica, y Damiana, una comerciante Áuriga que también era una poderosa psíquica. Los cuales habían reunido a otros residentes locales montando una guerrilla de defensa contra los invasores Simbiontes en el 4955, una fuerza que había pasado desapercibida para la Flota Imperial.
Habían descubierto la clave para combatir a los Simbiontes, más o menos igualdad de condiciones. Los poderes psíquicos, antaño considerados como la ciencia más avanzada de la República, estaban prohibidos por la Iglesia Universal (a excepción de los propios psíquicos Penitentes de la Iglesia), y tuvieron que realizarse pactos secretos antes de que pudieran ser aceptados por primera vez en el 4956.
Una vez que el liderazgo de la Orden Eskatónica y el Patriarca llegaron a un acuerdo, la Iglesia Universal lanzó en Estigma a otros sacerdotes Eskatónicos y psíquicos penitentes (con la promesa de una absolución por su servicio).
Medio siglo después de su comienzo, la Guerra Simbionte alcanzó un incómodo punto muerto. Los Simbiontes todavía dominaban algunos territorios.
La larga y prolongada guerra de guerrillas en la frontera había llegado a su fin, y desde el frente de batalla comenzó a descender un inquietante silencio.
Fuente []
Fading Suns - Guía del Director